MATA BAJA
La Samesa
Idioma: Castellà
Existen numerosos prejuicios sociales hacia las “malas hierbas”, nos los enseñan los mismos poderosos que pisan la tierra para que no crezca nada. Sin embargo, las “malas hierbas” apenas piden nada para vivir y, como el resto de las plantas, existen para el otro sin pedirle nada a cambio. En ese tierno sacrificio diario, las respiramos y nos alimentan. Sin ellas no existiría nada, están en este mundo mucho antes que nosotros. De hecho, lo han creado. Son un modelo de resistencia y, si nos parásemos a escucharlas, quizás podríamos crear un nuevo mundo. En esta tercera parte de la trilogía El Otro Paraíso, el cuerpo añoso de la madre ha comenzado a fallar en su esfuerzo por seguir siendo productivo. Las lesiones y el cansancio acumulado evidencian una nueva crisis en su aciaga aspiración por dedicarse profesionalmente a una cultura que expulsa a los que son de “mata baja”. ¿Cómo dará de comer a su hija? ¿Cómo evitará transmitirle toda la rabia que siente? ¿Cómo seguir teniendo fe en un orgullo de clase que se disuelve? Madre e hija pasean por un bosque calcinado, allí escuchan las voces de las plantas y árboles que ya no están. Aún ausentes, o en sus tímidos brotes, siguen siendo un ejemplo de generosidad. En este capitalismo tardío que vivimos, decidido a pisar cada vez más fuerte para que nada crezca, una hija se esfuerza por crecer. ¿Cómo salvarse de este incendio en el que lo primero que arde es la mata baja? En esta obra volvemos a espigar lo que ya nadie quiere, ese sudor que apaga el fuego de las malas hierbas, el mismo sudor que las hace crecer
